martes, 10 de agosto de 2010

Enfermedades de los ojos
Algunos problemas oculares son menores y efímeros. Pero otros, pueden causar pérdida de la visión permanente. Los problemas oculares comunes incluyen:


Cataratas: opacamiento del cristalino
Glaucoma: lesión en el nervio óptico por un aumento de la presión del ojo
Enfermedades de la retina: problemas con la capa de tejido sensible a la luz que se encuentra en la parte posterior del ojo
Conjuntivitis: una infección de la conjuntiva
Su mejor defensa es hacerse chequeos regulares, porque las enfermedades del ojo no siempre tienen síntomas. La detección temprana y el tratamiento precoz pueden prevenir la ceguera. Si presenta cambios repentinos en la vista, tiene la vista borrosa o ve destellos de luz, busque inmediatamente la ayuda de un profesional especializado en cuidados oculares. Otros síntomas que requieren atención rápida son dolor, ver doble, secreción líquida en el ojo e inflamación.




Los limpiadores domésticos en aerosol representan el mayor peligro para los bebés
El número de lesiones que sufren los niños pequeños causadas por exposición a productos para la limpieza del hogar se ha reducido casi en la mitad desde 1990, pero alrededor de 12,000 niños menores de seis años siguen siendo tratados cada año en las salas de emergencias de EE. UU. por este tipo de envenenamiento accidental, según encuentra un estudio reciente.


La lejía fue el producto de limpieza más comúnmente asociado con las lesiones (37.1 por ciento) y el tipo más común de recipiente involucrado fue la botella de aerosol (40.1 por ciento). De hecho, aunque los índices de lesiones por frascos con tapa y otros tipos de recipientes se redujeron durante el periodo de estudio, los índices de lesiones con botellas de aerosol siguieron igual, informaron los investigadores.


"Tantos productos para el hogar se venden en botellas de aerosol ahora, porque son fáciles de usar para limpiar", apuntó la autora del estudio Lara B. McKenzie, investigadora principal del Centro de investigación y políticas de lesiones del Centro hospitalario pediátrico Nationwide. "Pero por lo general las botellas de aerosol no vienen con cierres resistentes a los niños, así que para un niño es realmente fácil apretar el botón".


McKenzie añadió que los niños pequeños con frecuencia se sienten atraídos a las bonitas etiquetas y coloridos líquidos de los productos de limpieza, y pueden creer que son jugo o agua vitaminada. "Si observa muchos productos de limpieza del hogar en las botellas hoy en día, en realidad es bastante fácil confundirlos con bebidas deportivas si no se pueden leer las etiquetas", añadió McKenzie, profesora asistente de pediatría de la Universidad Estatal de Ohio. De forma similar, para un niño pequeño, un producto corrosivo de limpieza puede parecer un frasco de queso parmesano.


Investigadores del Hospital pediátrico Nationwide examinaron datos nacionales sobre alrededor de 267,000 niños menores de cinco años que fueron tratados en las salas de emergencias tras lesiones con productos de limpieza del hogar entre 1990 y 2006. Durante ese periodo, 72 por ciento de las lesiones ocurrieron en niños de entre uno y tres años de edad.


Los hallazgos fueron publicados en línea el 2 de agosto y aparecerán en la edición impresa de septiembre de la revista Pediatrics.


Para prevenir lesiones accidentales con productos para el hogar, la Academia Estadounidense de Pediatría aconseja guardar las sustancias venenosas en armarios con llave y fuera de la vista de los niños, comprar productos en paquetes resistentes a los niños, mantener los productos en sus recipientes originales y desechar los productos sobrantes o no utilizados de forma adecuada.


"Este estudio tan sólo confirma la frecuencia con que siguen pasando estos accidentes, lo peligrosos que pueden ser para la salud y lo costoso que es tratarlos", señaló el Dr. Robert Geller, director médico del Centro de Control de Envenenamientos de Georgia en Atlanta. "Si se considera que el costo promedio de una visita a emergencias es de al menos $1,000, se está hablando de casi $12 millones al año en costos de salud", explicó.


"Con frecuencia, un niño pequeño se expone a estos tipos de productos cuando alguien limpia y deja una botella abierta en la encimera porque va a seguir usándolo", aseguró Geller, quien es también profesor de pediatría de la Facultad de medicina de la Universidad de Emory. "Así que un buen recordatorio es siempre cerrar el producto completamente tras su uso, aunque piense abrirlo de nuevo en unos minutos".


Eso fue casi exactamente lo que le sucedió a Keegan Ensign, de un año de edad, que fue tratada en el departamento de emergencias del Nationwide a principios de año. "Fue uno de los primeros días bonitos de mayo y todos estábamos fuera, jugando en la acera", contó la madre de Keegan, Tamara Ensign, de 29 años de edad, que tiene tres hijos en Lewis Center, Ohio. "Saqué una botella de jabón de fregar platos porque los niños querían jugar a lavar el coche... lo dejé en la acera y me volteé apenas un segundo. Cuando volví a ver, Keegan sostenía la botella y estaba llorando".


Aunque la madre de Keegan pensó que no había tragado mucho detergente, llamó al centro de control de envenenamientos porque el niño tosía y respiraba con silbido. Preocupado de que tal vez hubiera aspirado algo de detergente a los pulmones, el empleado del control de envenenamientos aconsejó a Ensign llevar a Keegan al hospital.


Afortunadamente, los médicos determinaron que los pulmones del bebé, sus niveles de oxígeno estaban bien y se recuperó por completo, pero Ensign afirma que el incidente fue una alerta. "Dentro de la casa, siempre he tenido cuidado de guardar todo en un armario bajo llave, pero como estábamos al aire libre, en un ambiente distinto, ni me pasó por la mente hasta que era demasiado tarde".


McKenzie aconseja que si no se quiere guardar los aerosoles bajo llave, al menos se coloque la boquilla en la posición cerrada, lo que hace que para un bebé curioso sea mucho más difícil agarrarla y apretar




Salud de las mujeres
Las mujeres y los hombres tienen muchos problemas de salud en común, pero estos afectan a las mujeres de una manera distinta. Por ejemplo, las mujeres pueden tener síntomas diferentes en el caso de las enfermedades cardiacas. Algunas enfermedades o cuadros son más comunes en las mujeres, tales como la osteoartritis, la obesidad y la depresión. Algunas afecciones, como la menopausia y el embarazo, son exclusivas de las mujeres.


A veces las mujeres descuidan su salud y se enfocan en la salud de su pareja y de sus hijos. Cuídese usted primero:


Planifique los embarazos y visite a su proveedor de atención médica con regularidad cuando esté embarazada
Hágase mamografías con regularidad
Sométase a exámenes médicos y revisiones con regularidad. La detección anticipada es importante en el tratamiento del cáncer de mama, cuello del útero, útero y cáncer en los ovarios.




Estudio EEUU desmiente ciertos riesgos de los partos prematuros
Algunos estudios previos habían hallado que los bebés que nacen en los horarios de menor actividad hospitalaria corrían más riesgo de muerte, pero una nueva investigación sugiere que eso no sería aplicable a los prematuros más pequeños en los principales centros de salud.


Varios estudios habían revelado que los bebés que nacen durante la noche o el fin de semana tienen más riesgo de morir o sufrir complicaciones que los que nacen de lunes a viernes, aunque el riesgo absoluto en los bebés a término es bastante bajo, independientemente del horario del parto.


El nuevo estudio, publicado en Pediatrics, se concentró en más de 11.000 bebés con muy bajo peso al nacer; la mayoría tenía riesgo de morir o de sufrir complicaciones graves.


A todos se los atendió en unidades de terapia intensiva (UTI) en alguno de los 17 hospitales universitarios principales de Estados Unidos.


Los autores no hallaron evidencias de que los bebés que habían nacido de noche o el fin de semana tuvieran más riesgo de muerte. Tampoco los que habían nacido en julio o en agosto, el periodo del año en el que comienzan a trabajar los médicos recién graduados.


Se estima que los recursos humanos son, por lo menos en parte, responsables de las altas tasas de mortalidad en los recién nacidos y las complicaciones que estudios previos habían asociado con el parto nocturno o durante el fin de semana, que es cuando los hospitales cuentan con menos personal senior y experimentado para tomar ciertas decisiones.


Pero los nuevos resultados sugieren que las UTI de los hospitales universitarios de Estados Unidos cuentan con el personal adecuado las 24 horas, indicó el doctor Edward F. Bell, de la University of Iowa.


"Eso, para los padres, significa que pueden confiar en que recibirán el mismo nivel de atención sin importar el momento del parto", dijo Bell a Reuters Health.


Los resultados surgen de un grupo de 11.137 bebés nacidos entre el 2001 y el 2005; ninguno pesaba más de 1.250 gramos. El 12 por ciento murió durante la primera semana de vida y el 16 por ciento, durante el primer mes. Los bebés nacidos durante la tarde o la noche no tuvieron más riesgos que los que llegaron al mundo entre las 8 a.m. y las 5 p.m.


Lo mismo ocurrió con los bebés nacidos durante los fines de semana o en la semana.


El momento del nacimiento tampoco estuvo asociado con un aumento de las complicaciones comunes en los bebés muy prematuros, como la necrosis del tejido intestinal o el crecimiento de vasos anormales en los ojos que puede provocar ceguera.


Bell coincidió en que, aun cuando el riesgo absoluto de una complicación sea mínimo para los recién nacidos, es importante identificar los cambios en la organización del hospital o los procedimientos que permitan reducirlo.



Autismo
El autismo es un trastorno que suele diagnosticarse en la infancia temprana. Los principales signos y síntomas del autismo afectan la comunicación, las interacciones sociales y las conductas repetitivas.


Los niños con autismo pueden tener problemas para hablarle, o no mirarlo a los ojos cuando les habla. Es posible que tengan que alinear sus lápices antes de poder prestar atención, o decir la misma frase una y otra vez para calmarse. Pueden agitar los brazos para indicarle que están contentos, o hacerse daño para mostrarle que no lo están. Algunas personas autistas nunca aprenden a hablar.


Dado que las personas con autismo pueden tener características y síntomas muy diferentes, los profesionales de la salud consideran que el autismo es un trastorno de "espectro". El síndrome de Asperger es una versión más leve del trastorno.


No se conoce la causa del autismo. El autismo dura toda la vida de una persona. No existe una cura, pero el tratamiento puede ayudar. Los tratamientos incluyen terapias conductuales y de comunicación y medicinas para controlar los síntomas.




Las señales de autismo podrían presentarse en la infancia temprana
Las señales de autismo podrían presentarse en bebés de hasta un mes de edad, según muestra un estudio reciente.


Pero dichas señales no son las alarmas usuales, como la falta de contacto visual o sonrisas, anotaron los investigadores.


En vez de esto, encontraron que los bebés que necesitaban cuidados intensivos neonatales y luego se les diagnosticó un trastorno del espectro autista eran más propensos a presentar un tono muscular anormal en los brazos y diferencias en su procesamiento visual que los bebés que se desarrollaron de forma normal tras el tiempo que pasaron en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN).


Las diferencias, que eran sutiles y probablemente algo que los padres no captarían con facilidad, fueron detectadas por expertos entrenados que observaron a los bebés de cerca, señaló el coautor del estudio, Ira Cohen, catedrático del departamento de psicología del Instituto de Investigación Básica sobre Discapacidades del Desarrollo del Estado de Nueva York.


Aún así, "cualquier padre preocupado sobre el desarrollo de su hijo debe pedir que lo evalúen", aconsejó Cohen.


El autismo es un trastorno del desarrollo neural que se caracteriza por problemas con la interacción social, la comunicación verbal y no verbal, e intereses y conductas restringidas.


Si los hallazgos del estudio son confirmados por investigaciones futuras, podrían llevar a una identificación y tratamiento más tempranos para los niños autistas, aseguran los expertos.


Para el estudio, que aparece en la edición de septiembre de la revista Pediatrics, los investigadores identificaron a 28 bebés que estuvieron en la UCIN y a los que luego se les diagnosticó un trastorno del espectro autista. Los compararon con 112 bebés del mismo sexo y edad gestacional que no tenían autismo.


La conducta y el desarrollo de los niños se evaluó al mes de edad, a los cuatro meses, y de forma periódica hasta los dos años.


Al mes de edad, los bebés que luego seles diagnosticó autismo eran más propensos a mostrar "anomalías neuroconductuales persistentes" tras ser dados de alta del hospital, en comparación con los demás bebés. Alrededor del 40 por ciento de los bebés que luego se les diagnosticó autismo mostraron anomalías en la forme en que rastreaban visualmente objetos, en comparación con el 10.5 por ciento de los bebés que no recibieron tal diagnóstico.


Más de la mitad de los bebés que luego se les diagnosticó autismo tenían un tono anormal en los brazos, o demasiado flojo o demasiado rígido, en comparación con 22 por ciento de los bebés que se desarrollaron con normalidad.


A los cuatro meses, los bebés que luego se les diagnosticó autismo preferían mayores cantidades de estimulación visual que los demás bebés de su edad. Para evaluarlo, los investigadores mostraron a los bebés destellos de luz a distintas velocidades. A los niños se les dio la opción de ver un monitor con luces que estimulaban la visión más o menos. Los investigadores determinaron la preferencia al medir cuánto tiempo miraba el bebé cada monitor.


"Encaja anecdóticamente con lo que observamos luego", aseguró Cohen. "A los niños autistas les gusta ver cosas que se mueven frente a sus ojos, como manos que se agitan, o seguir contornos".


Entre los siete y diez meses, los bebés luego se les diagnosticó autismo también mostraron un declive en sus habilidades de pensamiento y motrices, tal vez como consecuencia de las señales sensoriales y motrices muy tempranas. Para alrededor de los trece meses, el desarrollo de los niños autistas comenzó a diferenciarse marcadamente de los que no sufrían la afección, según el estudio.


"El motivo de intentar identificar a estos niños antes es que se puede comenzar la intervención más temprano, y los datos indican que mientras más pronto se inicie la intervención, mejor le va a los niños", aseguró Cohen.


Los autores escribieron que la intervención para los dos años de edad ofrece el mejor resultado.


Los investigadores enfatizaron que esta investigación se llevó a cabo con bebés de la UCIN. Se necesita más investigación para confirmar si los bebés nacidos a término y saludables que luego se les diagnosticó autismo muestran tipos similares de anomalías desde temprano, señaló Cohen.


Cálculos recientes apuntan a que el número de niños de EE. UU. que tienen el trastorno es de uno por cada 110, una cifra que ha aumentado de manera constante desde los 80, según la información de respaldo del estudio.


Investigaciones anteriores han encontrado que los niños nacidos prematuramente o con bajo peso son más propensos a desarrollar autismo, aunque la mayoría de niños autistas no son prematuros, comentó la Dra. Rebecca Landa, directora del Centro de Autismo y Trastornos Relacionados del Instituto Kennedy Krieger en Baltimore.


Landa dijo que los profesionales médicos que cuidan a bebés que han pasado por la UCIN deben prestar más atención a las anomalías del tono muscular.


"Una de las grandes moralejas de este estudio es que los investigadores informan sobre el tono muscular y el sistema visual, cosas que no son lo que uno observaría, o esperaría como precursores del autismo", planteó Landa. "Ahora pensamos que las señales principales de autismo en un bebé no serán los factores obvios conocidos como la expresión facial y el contacto visual".




Es más probable que haya remisión de la colitis ulcerativa después de los 50
Las personas diagnosticadas con colitis ulcerativa después de los 50 son más propensas a lograr el alivio de los síntomas que las diagnosticadas antes, aunque reciban tratamientos similares, según un estudio reciente.


La colitis ulcerativa, que afecta a alrededor de un millón de adultos estadounidenses, conlleva la inflamación del revestimiento del intestino grueso o colon. Con frecuencia causa diarrea, heces sanguinolentas, pérdida de peso y fiebre. Los casos graves pueden ameritar cirugía para extirpar el colon.


El estudio incluyó a 295 pacientes tratados en las clínicas de enfermedades inflamatorias del intestino de la Facultad de medicina de la Universidad de Washington de 2001 a 2008. Al principio, todos los pacientes eran iguales en términos de la gravedad de sus síntomas.


Tras un año de tratamiento, la remisión se logró en 64 por ciento de los que fueron diagnosticados después de los 50 años, frente al 49 por ciento de los diagnosticados antes.


Los pacientes en remisión podrían no tener síntomas clínicos de colitis ulcerativa, pero tal vez aún tengan inflamación y deban que continuar el tratamiento con medicamentos de 5-aminosalicilato (5-ASA). Sin embargo, pueden dejar de tomar el tratamiento esteroide inmunosupresor.


El estudio aparece en la edición de agosto de la revista Clinical Gastroenterology and Hepatology.


"La edad en que los pacientes se ven afectados tiende a dividirse en dos olas específicas. En la clínica, vemos a pacientes que se enferman entre finales de la adolescencia y la mitad de la veintena. Luego hay un segundo pico de pacientes que no se ven afectados hasta después de los 50", señaló en un comunicado de prensa de la WUSM el investigador líder, el Dr. Matthew A. Ciorba, profesor asistente de medicina.


"Sabemos a partir de investigaciones de otros investigadores que a medida que las personas envejecen sus sistemas inmunitarios tienden a tranquilizarse, y los resultados de nuestro estudio reflejan esos hallazgos", anotó. "La colitis ulcerativa es provocada por una respuesta inmunitaria demasiado activa en los intestinos, así que tiene sentido que las personas cuyos sistemas inmunitarios sean menos activos tengan mejores resultados. A la inversa, los pacientes más jóvenes son más propensos a contar con respuestas inmunitarias robustas, así que su enfermedad es más difícil de calmar".




Anticonceptivos, tan efectivos en mujeres obesas como delgadas
A pesar de que varios estudios sugieren que las píldoras de control de natalidad no funcionarían igual en las mujeres obesas, una nueva investigación indica que prevendrían el embarazo con la misma efectividad, más allá del peso femenino.


Si se toman de manera correcta, las píldoras anticonceptivas previenen la producción de óvulos tanto en las mujeres obesas como delgadas, reveló el equipo de la doctora Carolyn L. Westhoff, del Centro Médico de la Columbia University en Nueva York.


Westhoff y sus colegas publicaron los hallazgos en la edición de agosto de la revista Obstetrics & Gynecology.


Estudios previos revelaron que las mujeres obesas eran entre un 30 y un 40 por ciento más propensas a quedar embarazadas mientras tomaban anticonceptivos que las de peso normal, quizá porque el exceso de peso podía dañar su efectividad.


Las tasas generales de contracepción fallida se estiman entre el 2 y el 8 por ciento anual.


En su estudio, el equipo controló si el total de 226 participantes tomaban las píldoras adecuadamente y halló que así lo hacía un 90 por ciento de la población de mujeres con peso normal, frente a un 72 por ciento de las obesas.


El 97 por ciento de las 150 usuarias constantes de los anticonceptivos no ovulaba, indicaron los autores, lo que implica que no quedarían embarazadas durante ese ciclo.


El peso de la mujer no afectaba las probabilidades de ovulación. Entre las participantes que usaban correctamente la píldora, tres de las 96 mujeres con peso normal y una de las 54 obesas ovulaba.


Los nuevos resultados, junto con ensayos clínicos más recientes, deberían descartar las preocupaciones referidas a que las mujeres obesas quedarían embarazadas con más frecuencia durante el uso de anticonceptivos orales, dijo Westhoff.


El problema con los estudios previos, señaló Westhoff a Reuters Health, fue que las mujeres fueron consultadas sobre los embarazos no deseados que habían tenido y también sobre su propio peso, en lugar de ser evaluadas y pesadas por un equipo de investigadores.


Por su parte, la doctora Victoria Holt, de la University of Washington en Seattle, que dirigió estudios que llegaron a tasas diferentes de fracaso entre las mujeres obesas y de peso normal, dijo que aún cree que las obesas corren más riesgo de quedar embarazadas al tomar anticonceptivos.


Holt argumenta que la investigación de Westhoff sugiere que las mujeres obesas son menos propensas a lograr los niveles hormonales adecuados mientras toman las píldoras, dado que el 72 por ciento presentaba niveles que indicaban un uso correcto, comparado con el 90 por ciento de las de peso normal.


"Si una mujer realmente no quiere quedar embarazada yo sugeriría que combine contraceptivos orales con un método de barrera", como los preservativos o el diafragma, recomendó Holt.



Piedras en los riñones
Una piedra o un cálculo renal es una pieza sólida de material que se forma en el riñón debido a sustancias presentes en la orina. Puede ser tan pequeña como un grano de arena o tan grande como una perla. La mayoría de las piedras renales se eliminan del cuerpo sin ayuda médica. Pero algunas veces una piedra no es fácil de eliminar. Puede atorarse en las vías urinarias, bloquear el flujo de orina y causar un gran dolor.


Los siguientes signos pueden indicar la existencia de cálculos renales que necesitan atención médica:


Dolor extremo en la espalda o un costado que no desaparece
Sangre en la orina
Fiebre y escalofríos
Vómitos
Orina con mal olor o con apariencia turbia
Sensación de ardor al orinar

 ¿Los cálculos renales son cada vez más comunes en los niños?
La cantidad de niños tratados por cálculos renales en algunos hospitales de Estados Unidos creció en la última década por motivos aún desconocidos.


Los cálculos aparecen cuando la orina contiene más sustancias formadoras de cristales (calcio, ácido úrico y oxalato) que las que puede diluir. No suelen causar daños duraderos pero son muy dolorosos.


Aunque son más comunes a partir de los 40 años, pueden aparecer a cualquier edad.


En los últimos años, hubo informes de urólogos pediátricos y nefrólogos sobre un aumento de la cantidad de niños atendidos con cálculos renales.


Un estudio publicado este año reveló que en California del Sur se habían diagnosticado cuatro veces más niños en el 2007 que en 1996 y por causas desconocidas.


Pero se desconoce si ésa es la tendencia.


En una nueva investigación con fondos federales, los autores revisaron datos de 42 hospitales pediátricos de Estados Unidos afiliados a Child Health Corporation of America. La cantidad de pacientes con cálculos pasó de 125 en 1999 a 1.389 en el 2008.


Eso se traduce a una tasa de 57 casos por cada 100.000 niños tratados en los hospitales en el 2008, comparado con 18 por cada 100.000 en 1999, publicó Journal of Urology.


Para el equipo del doctor Jonathan C. Routh, del Hospital de Niños de Boston, se desconoce si el aumento observado en el estudio reflejaría una mayor incidencia de los cálculos renales en la población pediátrica del país.
Pero dado que los datos corresponden a una población hospitalaria, y no una muestra de la población general, no permiten estimar la tasa de la dolencia para la población pediátrica general.


Los datos, dijo Routh a Reuters Health, "muestran simplemente que en los hospitales pediátricos se tratan cada vez más cálculos renales".


Control de peso
Si su peso es excesivo, usted no está solo. El 66 por ciento de los adultos en los Estados Unidos está sobrepasado de peso o está obeso. Alcanzar un peso saludable puede ayudarlo a controlar el colesterol, la presión arterial y el azúcar en la sangre. También puede ayudarlo a prevenir enfermedades relacionadas con el peso, tales como las enfermedades cardiacas, la diabetes, la artritis y algunos cánceres.


Comer demasiado o no ser lo suficientemente activo físicamente pueden contribuir al exceso de peso. Para mantener su peso, las calorías que ingiere deben equivaler a la energía que consuma. Para bajar de peso, deberá ingerir menos calorías que aquellas que consume. Una estrategia para controlar el peso incluye:


Seleccionar alimentos bajos en grasas y en calorías
Consumir porciones más pequeñas
Beber agua en lugar de bebidas azucaradas
Ser físicamente activo




Las dietas bajas en carbohidratos y grasa empatan para la pérdida de peso a largo plazo
Si tiene exceso de peso, ¿debería reducir los carbohidratos o la grasa?


Un estudio reciente de dos años sugiere que podría no importar a largo plazo. Cuando se combinó con una guía extensiva sobre la comida y el ejercicio, la gente perdió cerca de la misma cantidad de peso, bien fuera por seguir una dieta tipo Atkins baja en carbohidratos o una dieta tradicional baja en grasa.


"En general, los que hacen dieta podrían estar menos preocupados acerca de la dieta que llevan y más enfocados en hallar estrategias para seguir la dieta elegida", recomendó Gary D. Foder, autor del estudio y director del Centro para la Investigación y la Educación sobre la Obesidad de la Universidad de Temple.


Sin embargo, hay algunas consideraciones. Las personas de ambos grupos apenas perdieron en promedio 7 por ciento de su peso dos años luego de comenzar su dieta, aunque fue una cifra importante porque típicamente tenían mucho exceso de peso.


Además, los que llevaban la dieta baja en carbohidratos obtuvieron un beneficio adicional. Su presión arterial y los niveles de colesterol "bueno" mejoraron un poco más que para los que redujeron la grasa.


El estudio aparece en la edición del 3 de agosto de Annals of Internal Medicine.


Por mucho tiempo ha habido investigaciones para determinar cuál es la mejor dieta. Sin embargo, este estudio es único porque examina la manera como funcionan a largo plazo las dietas, aseguró Foster.


En el estudio, financiado por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., los investigadores dieron seguimiento a 307 personas que tenían exceso de peso durante dos años mientras llevaban una dieta baja en carbohidratos, inspirada en la dieta de Atkins, o una dieta baja en grasa también baja en calorías.


Su edad promedio era de 45 y su índice de masa corporal promedio era de 36, lo que significa que típicamente eran obesos, un paso más que simplemente tener exceso de peso.


Se pidió a los que llevaban la dieta baja en grasas que consumieran entre 1,200 y 1,800 calorías, de las cuales menos de 30 por ciento provenían de las grasas. Se pidió a los que llevaban la dieta baja en carbohidratos no consumir más de 20 g de carbohidratos diarios, aunque podían comer toda la grasa y todas las proteínas que quisieran.


Además de hacer dieta, los participantes recibieron guía sobre la dieta y el ejercicio, de manera similar a lo ofrecido en programas comerciales para la pérdida de peso, aseguró Foster.


En promedio, los participantes, reclutados en varias ciudades del país, perdieron 7 por ciento de su peso luego de dos años, o un promedio de unos 8 kg (15 lb). Los resultados fueron similares, sin importar qué dieta llevaban.


Sin embargo, hubo una diferencia. Foster señaló que los niveles de colesterol "bueno" (el tipo saludable para el corazón que es preferible) aumentaron en cerca de 11 por ciento en el grupo bajo en grasa, pero más del doble de eso, cerca de 23 por ciento, en el grupo de bajo consumo de carbohidratos. La presión arterial también se redujo más en el grupo bajo en carbohidratos, frente a la cohorte que consumió menos grasa.


No está claro por qué el grupo de bajo consumo de carbohidratos logró mejores resultados en esas áreas, aseguró Foster, pero las dos diferencias son significativas. Aún así, dijo, "no podemos decir que llevar una u otra dieta reducirá la enfermedad cardiaca".


En general, dijo, el mensaje del estudio es que las dietas funcionan más o menos de manera igual cuando se trata de la pérdida de peso.


Howard Sesso, profesor asistente de medicina del Hospital Brigham and Women's de Boston, aseguró que esto sugiere que el tipo de dieta que adopta una persona podría ser menos importante que su capacidad para cumplirla.


Hay otro mensaje del estudio, aseguró Lona Sandon, profesora asistente de nutrición clínica del Centro médico de la Universidad de Texas Southwestern en Dallas. "Esto confirma lo que hemos sabido durante años, que no es asunto de enfrentar la grasa con los carbohidratos. Son las calorías las que llevan a la pérdida de peso".


¿Y qué hay con el hecho de que los participantes perdieron en promedio un pequeño porcentaje del peso? Aunque una pequeña pérdida de peso podría hacer la diferencia en cuanto a los factores de riesgo de enfermedad cardiaca, "el estudio muestra que también es difícil perder y no recuperar el peso perdido a largo plazo, incluso si se cuenta con buen apoyo", dijo. "Estas personas representan lo que sucede en la vida real, no lo que vemos en el programa ¿Cuánto quieres perder? (Biggest Loser). Perder peso y no recuperarlo exige un compromiso serio. Para la mayoría, los ambientes y estilos de vida simplemente no ayudan a llevar ese tipo de compromiso".




Hepatitis A
La hepatitis A es un tipo de hepatitis - una enfermedad hepática - causada por el virus de la hepatitis A (VHA). La enfermedad se disemina principalmente a través de agua o alimentos contaminados con heces de una persona infectada. Es posible contagiarse del VHA por:


Comer alimentos preparados por una persona con el VHA que no se lavó las manos después de ir al baño
Tener relaciones sexuales anales u orales con personas con el VHA
No lavarse las manos después de cambiar un pañal
Beber agua contaminada
El VHA puede causar edema del hígado, pero rara vez provoca lesiones permanentes. La persona infectada puede sentirse como si tuviera una gripe o no tener ningún síntoma. El cuadro suele mejorar espontáneamente al cabo de algunas semanas.


La vacuna de la hepatitis A puede prevenir la infección con el VHA. Mantener hábitos saludables también puede hacer una diferencia. Lávese bien las manos antes de preparar alimentos, después de ir al baño o de cambiar un pañal. Los viajeros internacionales deben tener cuidado de no beber agua de la llave.




Hepatitis B
La hepatitis B es un tipo de hepatitis - una enfermedad hepática - causada por el virus de la hepatitis B (VHB). La hepatitis B se contagia por contacto con sangre, semen u otro líquido de una persona infectada. Una mujer infectada puede contagiarle hepatitis B a su bebé durante el parto.


La persona infectada con VHB puede sentirse como si tuviera gripe o no tener ningún síntoma. Con un análisis de sangre se puede saber si una persona tiene el virus. La VHB suele mejorar espontáneamente al cabo de algunos meses. Si no mejora, se denomina hepatitis B crónica, y dura toda la vida. La VHB crónica conduce a la cicatrización del hígado, insuficiencia hepática o cáncer de hígado.


Existe una vacuna contra el VHB. Requiere tres dosis. Todos los bebés deben vacunarse, pero los niños mayores y los adultos también pueden hacerlo. Si viaja a países donde la hepatitis B es común, debe aplicarse la vacuna.




Hepatitis C
La hepatitis C es un tipo de hepatitis - una enfermedad hepática - causada por el virus de la hepatitis C (VHC). Generalmente se disemina a través del contacto con sangre infectada. También puede contagiarse a través de las relaciones sexuales con una persona infectada y de madre a hijo durante el parto.


La mayoría de las personas que están infectadas con hepatitis C no tienen síntomas durante muchos años. Con un análisis de sangre se puede saber si una persona tiene el virus. Generalmente, la hepatitis C no mejora espontáneamente. La infección puede durar toda la vida y conducir a la cicatrización del hígado o al cáncer de hígado. Algunas veces las medicinas ayudan, pero los efectos secundarios pueden ser un problema. Los casos más graves pueden requerir un trasplante hepático.


No existe una vacuna contra el VHC.






Agregar un tercer medicamento podría mejorar el tratamiento de la hepatitis C
Una investigación reciente señala que el tratamiento estándar actual de dos medicamentos para la potencialmente mortal hepatitis C podría ser dos veces más efectivo si los médicos añaden un tercer medicamento antiviral, boceprevir.


Según los autores del estudio, el hallazgo podría ayudar a las 170 millones de personas de todo el mundo que se calcula están infectadas con este tipo particular de hepatitis C (genotipo 1), teniendo en cuenta que la infección hepática es difícil de tratar.


El estudio, financiado por Merck, fabricante de boceprevir, aparece publicado en la edición en línea del 8 de agosto de The Lancet.


Según los investigadores, dirigidos por el Dr. Paul Y. Kwo de la Facultad de medicina de la Universidad de Indiana en Indianápolis, el tratamiento estándar de dos medicamentos de interferón pegilado con ribavirina suscita la respuesta virológica deseada en menos de la mitad de los pacientes.


Para buscar una manera de mejorar estos resultados, el equipo de Indiana puso en marcha un ensayo de dos fases con 520 pacientes de hepatitis C de 67 centros de los EE. UU., Canadá, y Europa. Los pacientes recibieron uno de varios cócteles de medicamentos de diversas potencias durante al menos 48 semanas. Algunas de las combinaciones de medicamentos incluían boceprevir y otras no.


Kwo y sus colegas informaron que, independientemente de otros factores, como intentos por reducir la duración del tratamiento o la cantidad de medicamentos estándares administrados a los pacientes, agregar boceprevir a la mezcla pareció mejorar la respuesta viral de manera constante.


Sin embargo, la efectividad de este régimen de tres medicamentos se redujo un poco cuando el equipo disminuyó la cantidad de ribavirina que recibieron los pacientes.


En un comunicado de prensa de la revista, el equipo concluyó que "boceprevir, en combinación con interferón pegilado y ribavirina, logra índices (de respuesta virológica) elevados con 28 semanas de terapia en la mayoría de los pacientes y que además es seguro y efectivo durante 48 semanas entre los pocos pacientes que se benefician de una terapia de mayor duración". También observaron "mayores índices de respuesta en grupos difíciles de tratar, como los participantes negros y los pacientes de cirrosis".


En un comentario en la revista, los doctores Laura Milazzo y Spinello Antinori de la Universidad de Milán, señalaron que la adición de un tercer medicamento "mejoró sustancialmente la proporción de respuestas virológicas sostenidas, aunque no en la proporción deseada".


También anotaron que la cuarta parte de las muestras de sangre tomadas de los pacientes mostraron señales de resistencia viral a boceprevir. Milazzo y Antinori aseguraron que también hay que tener en cuenta varias cuestiones, como las interacciones entre medicamentos y la función de la genética para predecir los resultados de los pacientes.


El Dr. Eugene Schiff, director del centro de enfermedad hepática de la Facultad de medicina de la Universidad de Miami, se mostró emocionado sobre el esfuerzo actual por mejorar el tratamiento de la hepatitis C y dijo que espera más en el futuro.


"El boceprevir es uno de los dos inhibidores de la proteasa que esperamos sean aprobados durante el próximo año", dijo. "Además, junto con el actual estándar de atención, estos medicamentos deben duplicar el índice de éxito en cuanto a la tasa de respuesta viral sostenida, lo que equivale a una cura en los pacientes que nunca habían sido tratados anteriormente".


Schiff agregó que incluso algunos pacientes que se han sometido a un régimen de tratamiento estándar y no mejoraron podrían beneficiarse de otra ronda de tratamiento con estos inhibidores de la proteasa.


"Entonces, no hay duda de que este es un gran avance para el tratamiento de la hepatitis C", aseguró Schiff. "Además, es lo primero de lo que podemos anticipar en cuanto el uso de lo que llamamos antivirales directos. Hay varios estudios continuos sobre esto, pero el punto es que este campo realmente está avanzando".








Desnutrición
Los alimentos proveen la energía y nutrientes que usted necesita para mantenerse saludable. Si usted no obtiene suficientes nutrientes – incluyendo proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales – usted puede sufrir desnutrición.


Las causas de desnutrición incluyen:


Falta de nutrientes específicos en su dieta. Aún la falta de una vitamina puede conducir a desnutrición
Una dieta poco balanceada
Algunos problemas médicos como síndromes de malabsorción y cánceres.
Los síntomas incluyen cansancio, mareo y pérdida de peso o puede no tener ninguno. Su doctor realizará los exámenes dependiendo de la causa de su problema. El tratamiento puede ser reemplazar los nutrientes que le faltan en la dieta y tratar el problema que causó la desnutrición.






La falta de comida pone a los niños en riesgo de asma y otras enfermedades crónicas
Los niños y los jóvenes que no tienen suficiente para comer están en mayor riesgo de mala salud. Según los investigadores, los episodios reiterados de hambre podrían ponerlos en riesgo de enfermedades crónicas como asma.


El hallazgo proviene de un análisis de datos de una encuesta canadiense de 5,809 niños entre los diez y los quince años y de 3,333 jóvenes entre los dieciséis y los veintiuno, que se realizó desde 1994 hasta el período de 2004 a 2005.


El estudio halló que durante ese tiempo, 3.3 por ciento de los niños y 3.9 por ciento de los jóvenes tuvieron hambre en algún momento, mientras que 1.1 por ciento de los niños y 1.4 por ciento de los jóvenes tuvieron hambre en dos o más ocasiones.


En la ronda final de la encuesta, 13.5 por ciento de los niños y 28.6 por ciento de los jóvenes informaron sobre mala salud. Los índices de mala salud entre los que experimentaron hambre en algún momento fueron superiores que entre los que nunca tuvieron hambre (32.9 por ciento de los niños y 47.3 por ciento de los jóvenes que habían tenido hambre tenían mala salud, frente a 12.8 por ciento de los niños y 27.9 por ciento de los jóvenes que no).


Los investigadores también hallaron que los jóvenes que tuvieron hambre más de una vez durante la encuesta estaban en mayor riesgo de asma y otras enfermedades crónicas.


Sharon Kirkpatrick, del Instituto Nacional del Cáncer de Bethesda Maryland, y sus colegas de la Universidad de Calgary en Alberta, Canadá, donde trabajaba durante el estudio, publicaron sus hallazgos en la edición de agosto de la revista Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine.


En 2008, cerca de 15 por ciento de los hogares estadounidenses resultaron afectados por inseguridad alimentaria, que los investigadores definieron como quedarse sin comida o no tener dinero para comprarla. Eso es un aumento de 11 por ciento en 2007 y el índice más elevado desde que la monitorización comenzó en 1995, según la información de respaldo del estudio.


"El mecanismo mediante el cual el hambre infantil afecta negativamente la salud no se comprende bien", escribió el equipo de Kirkpatrick. "La inseguridad alimentaria se ha relacionado con estrés emocional y psicológico entre los niños, lo que podría tener efectos negativos sobre la salud general y contribuir a un mayor riesgo de enfermedades crónicas".


Los hallazgos complementan la evidencia de que "el hambre es un factor de riesgo grave para la mala salud de manera prolongada entre niños y jóvenes, lo que señala la relevancia de la inseguridad alimentaria grave, como marcador identificable de vulnerabilidad", concluyeron los autores del estudio.






Vitamina D
La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio que los huesos necesitan para crecer. Una deficiencia de la vitamina D puede llevar a enfermedades de los huesos como la osteoporosis o el raquitismo. La vitamina D juega un papel importante en los sistemas nervioso, muscular e inmunológico.


Puede obtener vitamina D de tres maneras: a través de la piel, de la dieta y de suplementos. Su cuerpo forma la vitamina D naturalmente después de la exposición al sol. Sin embargo, demasiado sol puede llevar al envejecimiento y el cáncer de la piel, así que muchas personas tratan de obtener su vitamina D de otras fuentes.


Los alimentos ricos en vitamina D incluyen yemas de huevo, pescado de agua salada e hígado. Otros alimentos, como la leche y el cereal, muchas veces están enriquecidos con vitamina D.


Puede tomar suplementos de vitamina D. Consulte con su proveedor de servicios de salud para saber la cantidad apropiada para usted. Las personas que pueden necesitar vitamina D extra incluyen:


Las personas mayores
Los bebés que son amamantados
Las personas de piel oscura
Las personas con ciertas condiciones como enfermedades del hígado, fibrosis quística y enfermedad de Crohn
Las personas obesas o las que han tenido una cirugía de derivación gástrica




La vitamina D adicional podría mejorar la salud cardiaca de los adolescentes negros
Los adolescentes negros pueden adquirir cierta protección de la enfermedad cardiaca tomando complementos diarios de vitamina D a niveles que son cinco veces superiores a las recomendaciones actuales, según sugiere una investigación reciente.


Específicamente, las cantidades elevadas de vitamina D a dosis de 2,000 unidades internacionales (UI) al día parecen fomentar un aumento en la flexibilidad de los vasos sanguíneos, al mismo tiempo que alivian la rigidez arterial entre los jóvenes negros de EE. UU., según informaron los autores del estudio.


El hallazgo fue publicado en línea como avance de su aparición en una próxima edición impresa de la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism. Fue llevado a cabo por investigadores del Instituto de Prevención de Georgia del Colegio Médico de Georgia (MCG).


La deficiencia de vitamina D puede llevar a un estado de ánimo y niveles de energía deprimidos, debilidad ósea y complicaciones cardiovasculares. Los autores del estudio señalaron que los negros en general se enfrentan a un mayor riesgo de enfermedad cardiaca grave, al mismo tiempo que tienen dificultades para absorber la vitamina D a través de la exposición solar, debido a la pigmentación oscura de la piel.


Por el momento, la dosis recomendada de consumo de vitamina D es de 400 UI al día, y 2,000 UI al día se considera el límite superior de seguridad, anotó el autor del estudio, el Dr. Yanbin Dong, genetista y cardiólogo del Instituto de Prevención de Georgia, y codirector del Instituto de Descubrimientos en Diabetes y Obesidad del MCG.


Dong y colegas rastrearon el consumo de vitamina D entre 44 adolescentes negros con deficiencia de la vitamina que vivían en Augusta, Georgia, una región donde hay mucha luz solar.


A los participantes se les suministraron 400 UI o 2,000 UI durante un periodo de cuatro meses, mientras se monitorizaban los niveles sanguíneos de la vitamina.


Aunque experimentaron cierto aumento en los niveles de vitamina D en sangre, ninguno de los adolescentes que tomó sólo 400 UI alcanzó la suficiencia de vitamina D, observaron los autores.


Los niños que tomaron 2,000 UI al día no presentaron complicaciones tóxicas como resultado, al mismo tiempo que parecieron beneficiarse del hecho de que los que tenían los niveles más altos de vitamina D desarrollaron los vasos sanguíneos más flexibles. A su vez, ese aumento en la flexibilidad puede reducir el riesgo de hipertensión y estrechamiento de las arterias, anotó el equipo.


El Dr. Paul Underwood, un cardiólogo de Phoenix que es ex presidente de la Asociación de Cardiólogos Negros (Association of Black Cardiologists), describió el estudio como "poco sorprendente, pero útil".


"En el pasado, no habíamos considerado a los estadounidenses de origen africano como un grupo que tenía un riesgo particular de deficiencia de vitamina D", anotó. "De hecho, personalmente creía que la vitamina D no era un problema para esta comunidad entre los que tenían suficiente exposición a la luz solar y una dieta saludable", explicó.


"Pero recientemente, esta idea aceptada ha sido tema de mucho debate y discusión", señaló Underwood. "Así que creo que estudios de este tipo, que observan las variaciones raciales en cuanto a la genética y a las raíces sociales del riesgo, deben llevarse a cabo, porque desafían la idea errónea de que la deficiencia de vitamina D no es un problema en este grupo".

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