Etapas en la vida del ser humano

En cada ciclo de nuestro crecimiento nos ponemos a prueba: sobretodo, en asumirlos como van llegando y en aprender a superar los escollos que encontramos en el camino; educamos a nuestros hijos para que después ellos eduquen a sus propios hijos, en una marcha que continúa siempre para adelante. No sé cuántas son, ni cómo se cuentan las etapas de nuestras vidas.


La primera etapa se da cuando nacemos. Y una vez en el mundo, surgen con nosotros el dolor, la alegría y el cariño hacia nuestros padres, que nos brindan todo lo mejor de ellos y a la vez, desean y esperan nuestro mayor beneficio. A medida que vamos creciendo y entendiendo, procuramos retribuirles todo lo que nos han dado.


Cuando pasamos de la infancia a la niñez, nos apoyamos mucho en ese cariño, y quizás, cada vez queremos más. Pero al hacernos mayores y comenzar a asumir obligaciones, muchas veces no entendemos que nuestros seres queridos quieren para nosotros el mayor bienestar en la vida, y nos parece que exigen demasiado. Entonces, solemos no cumplir con los deberes, y cuando sí lo hacemos, creemos que les estamos haciendo más el favor a ellos, que a nosotros mismos. Esta actitud indica que todavía tenemos una falta de madurez, en esta primera etapa que yo llamaría la primer etapa del ser, hasta los veinticinco años.


Los niños pueden realizar cualquier tipo de actividad física, siempre que ella no implique una carga importante sobre su sistema osteomuscular, aún en pleno desarrollo. En este sentido no estarían recomendadas aquellas actividades puramente competitivas, ya que ellas requieren un alto grado de exigencia física. En esta etapa se recomiendan todo tipo de juegos de desplazamiento físico, como así también la iniciación en las diferentes disciplinas deportivas, pero sin pretensiones de lograr un alto rendimiento. Son también de indicación las actividades en contacto con la naturaleza, siempre que no impliquen ningún riesgo, los deportes de ruedas, como bicicleta y patín, y los ejercicios de expresión corporal y coordinación, que también ayudan al desarrollo psicomotriz de los niños.


En cada ciclo de nuestro crecimiento nos ponemos a prueba: sobretodo, en asumirlos como van llegando y en aprender a superar los escollos que encontramos en el camino; educamos a nuestros hijos para que después ellos eduquen a sus propios hijos, en una marcha que continúa siempre para adelante. No sé cuántas son, ni cómo se cuentan las etapas de nuestras vidas. Para mí que ahora, tengo setenta y cinco años, pienso que esta es la tercera etapa y la tomo con mucho amor.


Cuando pasamos de la infancia a la niñez, nos apoyamos mucho en ese cariño, y quizás, cada vez queremos más. Pero al hacernos mayores y comenzar a asumir obligaciones, muchas veces no entendemos que nuestros seres queridos quieren para nosotros el mayor bienestar en la vida, y nos parece que exigen demasiado. Entonces, solemos no cumplir con los deberes, y cuando sí lo hacemos, creemos que les estamos haciendo más el favor a ellos, que a nosotros mismos. Esta actitud indica que todavía tenemos una falta de madurez, en esta primera etapa que yo llamaría la primer etapa del ser, hasta los veinticinco años.


En la adolescencia y Juventud : En esta época se producen los cambios físicos conocidos como pubertad. Además de tales cambios físicos la adolescencia comprende todo un conjunto de procesos emocionales e intelectuales que llevaran al desarrollo del ser humano adulto. Si bien la maduración sexual se produce de manera más o menos rápida, no ocurre con las emociones. Es en esta época que se desarrolla el sentido de la crítica y se adquiere un mayor sentido de independencia gracias a la pertenencia a un grupo de amigos. Es también la época de los primeros enamoramientos, de las primeras relaciones sentimentales. Es muy común que los jóvenes tiendan a deprimirse y a que su carácter cambie de un momento a otro. Y la JUVENTUD es la etapa que sigue a la adolescencia y se prolonga hasta aproximadamente los 25 años de edad, cuando concluye el crecimiento físico del ser humano y alcanza cierta madurez emocional. Socialmente, es la época en que la persona se prepara para insertarse en el mundo laboral mediante estudios específicos. A través el trabajo, el joven busca su realización personal, independencia económica e inserción en el medio social adulto. Las relaciones de pareja en esta etapa son más estables y se toman con mayor madurez, bajo perspectivas más amplias y duraderas con vistas a la formación de una familia.


El rendimiento físico logra su máxima expresión. Es por ello que en estos grupos etáreos se indica la práctica de cualquier actividad deportiva, incluida la de alta competición. Esta etapa engloba el mayor número de individuos que realizan actividad física, ya sea con un fin lúdico o puramente competitivo. El desarrollo muscular y la adaptación cardio-respiratoria permiten, en ambos sexos, un máximo nivel de resistencia, acorde con el grado de entrenamiento previo de cada individuo. Así como en las mujeres predomina la flexibilidad y la movilidad, en los hombres es más marcada la fuerza y la velocidad. La salud y la actividad física debe ser la consecuencia del ejercicio fisico realizado en forma organizada y bajo control médico, ya que se considera esencial para la prevención y control de aquellos factores de riesgo que desencadenan la aparición de enfermedades cardiovasculares, fales como como la angina de pecho, infarto agudo de miocardio, insuficiencia cardiaca y accidente cerebro-vascular, entre otras.


En la edad adulta el ser humano adquiere pleno dominio de sus
emociones y sus afectos lo que le permite enfrentar los distintos problemas que se
le presentan.
Es la etapa en que hombres y mujeres forman una familia y se independizan plenamente de sus padres. Ello implica grandes responsabilidades, en especial relacionadas con la educación de sus hijos. La adultez abarca entre los 30 y los 60 – 65 años, y se divide generalmente en 2 etapas: la primera, la del adulto joven, puede durar hasta los 40 – 45 anos. La segunda, la del adulto mayor, está signada por una serie de cambios físicos. En las mujeres, es la época de la menopausia, cuando la menstruación cesa y con ella la capacidad generativa. Los hombres también ingresan al climaterio, aunque los cambios son menos bruscos.
Su rendimiento físico logra su máxima expresión. Es por ello que en estos grupos etáreos se indica la práctica de cualquier actividad deportiva, incluida la de alta competición. Esta etapa engloba el mayor número de individuos que realizan actividad física, ya sea con un fin lúdico o puramente competitivo. El desarrollo muscular y la adaptación cardio-respiratoria permiten, en ambos sexos, un máximo nivel de resistencia, acorde con el grado de entrenamiento previo de cada individuo. Así como en las mujeres predomina la flexibilidad y la movilidad, en los hombres es más marcada la fuerza y la velocidad. La salud y la actividad física debe ser la consecuencia del ejercicio fisico realizado en forma organizada y bajo control médico, ya que se considera esencial para la prevención y control de aquellos factores de riesgo que desencadenan la aparición de enfermedades cardiovasculares, fales como como la angina de pecho, infarto agudo de miocardio, insuficiencia cardiaca y accidente cerebro-vascular, entre otras.


Es en la edad donde es más importante al binomio de Salud y Actividad Física. En, el cual puede ser retardado con la práctica habitual de actividad física. En esta edad se recomiendan las actividades físicas aeróbicas, complementadas con trabajo de resistencia y fuerza de los distintos grupos musculares. Son de preferencia la caminata y el trote a ritmo moderado, el ciclismo, la gimnasia los adultos mayores , cuyo rango de edad abarca, aproximadamente, desde los treinta y cinco a los sesenta y cinco años, hay una tendencia al estilo de vida sedentario y a los excesos alimentarios que, sumados al stress de la vida moderna, al tabaquismo y a la muy escasa o ninguna actividad física, producen sobrepeso y obesidad, diabetes e hipertensión arterial. Todos ellos, comúnmente denominados factores de riesgo cardiovascular , son el motivo fundamental por los cuales se prescribe la actividad física en esta etapa de la vida. Comienza además un proceso lento y progresivo de involución de los distintos aparatos y sistemas de nuestro organismo aeróbica, el baile y las actividades recreativas al aire libre.


La ancianidad es a partir de los 60 – 65 años, aproximadamente, comienza una edad marcada por el desgaste progresivo de los distintos sistemas corporales. El tejido elástico del cuerpo se va perdiendo y es por ello que se nota menor flexibilidad en las articulaciones. Asimismo, las capacidades sensoriales (vista, oído) disminuyen considerablemente y los huesos se hacen más frágiles y quebradizos, por lo que son comunes las fracturas debidas a las caídas. Esto no significa un declive de las capacidades cognitivas y psíquicas. De hecho, un individuo puede continuar disfrutando de mente ágil y eficiente hasta más allá de los 70 años, y más aun si se ha llevado una vida sana. El progreso de la ciencia medica, por otro lado, permite hoy aumentar la esperanza de vida de los ancianos y mejorar sus condiciones de salud.
en la que nosotros ya somos los abuelos de la primer generación, y estamos un poco afuera de poder adaptarnos a la gran evolución que nos ha dado el mundo.


Ahora perdemos nuestra opinión en muchas cosas y aspectos, pero sí debemos dar gracias a Dios que en esta etapa, nuestros hijos se convierten en nuestros padres y nosotros en sus hijos. Nos miman, nos cuidan y nos desean lo mejor que la edad nos puede dar. Pero como en setenta y cinco años, el mundo y la ciencia han evolucionado muchísimo, también nosotros los abuelos nos desarrollamos y aceptamos lo que la vida nos brinda, con el nuevo lema de dar vida a los años y no años a la vida.


Eso significa no dejarnos estar, no dar trabajo a nuestros hijos, ni robarles tiempo. Porque ellos ahora están pasando por la segunda etapa que es hacer su propia vida y ocuparse de criar y educar sus hijos para el futuro.


La salud en este segmento de la vida tiene su base en dos pilares: la alimentación y la actividad física. Es por ello que el concepto de salud y actividad física junto a una dieta adecuada es la recomendación que tiene que recibir toda persona de tercera edad por su médico asistente. En el grupo de la tercera edad se hace más evidente el proceso físico involutivo. Hay mayor propensión a padecer enfermedades degenerativas osteoarticulares, metabólicas y cardio-respiratorias. En esta etapa son recomendables la caminata diaria, actividades dentro de la casa que demanden algún ejercicio físico, como la jardinería, carpintería o limpieza, el ciclismo, natación, baile y paseos de a pie. Para el Dr. Kenneth Cooper, considerado el “padre del aerobismo”, coexisten en una misma persona: 1) la edad cronológica y 2) la edad real . La primera de ellas es la edad que nos marca el calendario, según nuestra fecha de nacimiento. La segunda es la edad determinada por nuestra condición física actual. Es la única que podemos modificar en más o en menos, de acuerdo al tiempo que hayamos estado practicando alguna actividad física en forma regular, o que estemos haciéndolo actualmente.