Cuando tose o estornuda, lanza al aire gotas diminutas cargadas de gérmenes. Los resfríos y la gripe suelen diseminarse de esta forma. Usted puede detener la diseminación de los gérmenes si:
- Se cubre la boca y la nariz al estornudar o toser
- Se lava las manos con frecuencia - siempre antes de comer o preparar alimentos y después de ir al baño o cambiar pañales
- Evita tocarse los ojos, la nariz o la boca
Depresión
La depresión es una enfermedad clínica severa que afecta al cerebro. Es más que sentirse "hundido" o "triste" por algunos días. Si usted es una de las más de 20 millones de personas en los Estados Unidos que tienen depresión, esos sentimientos no desaparecen. Persisten e interfieren con su vida cotidiana. Los síntomas pueden incluir:
Tristeza
Pérdida de interés o placer en actividades que suele disfrutar
Pérdida o aumento de peso
Dificultad para dormir o sueño excesivo
Pérdida de energía
Sentimientos de desvalorización
Ideas de muerte o de suicidio
La depresión puede tener una tendencia familiar y suele comenzar entre los 15 y los 30 años. Es mucho más común en las mujeres. Las mujeres también pueden tener depresión posparto después de dar a luz. Algunas personas tienen un trastorno afectivo estacional en el invierno. La depresión es una parte del trastorno bipolar.
Existen tratamientos eficaces para la depresión que incluyen antidepresivos y psicoterapia. La mayoría de las personas mejora más rápidamente si utiliza ambos.
Una investigación cerebral podría ayudar a predecir la ansiedad y la depresión en los jóvenes
Investigadores estadounidenses han identificado las regiones cerebrales que podrían desempeñar un papel en el desarrollo de la ansiedad infantil.
Los hallazgos podrían conducir a nuevos métodos de detección y tratamiento tempranos para niños de alto riesgo, de acuerdo con el líder del estudio Ned. H. Kalin, director de psiquiatría de la Facultad de medicina y salud pública de la Universidad de Wisconsin en Madison.
"Los niños con temperamentos ansiosos sufren de timidez extrema, preocupaciones persistentes y mayor respuesta corporal al estrés. Se sabe desde hace tiempo que estos niños están en mayor riesgo de desarrollar ansiedad, depresión y trastornos asociados al abuso de sustancias", dijo Kalin en un comunicado de prensa de la universidad.
Él y sus colegas escanearon los cerebros de 238 monos rhesus jóvenes y encontraron que una mayor actividad en las regiones del cerebro conocidas como la amígdala y el hipocampo anterior predecía un temperamento ansioso.
Una investigación anterior dirigida por Kalin encontró que los monos jóvenes ansiosos se comportaban de forma similar que los niños ansiosos.
Depresión
La depresión es una enfermedad clínica severa que afecta al cerebro. Es más que sentirse "hundido" o "triste" por algunos días. Si usted es una de las más de 20 millones de personas en los Estados Unidos que tienen depresión, esos sentimientos no desaparecen. Persisten e interfieren con su vida cotidiana. Los síntomas pueden incluir:
Tristeza
Pérdida de interés o placer en actividades que suele disfrutar
Pérdida o aumento de peso
Dificultad para dormir o sueño excesivo
Pérdida de energía
Sentimientos de desvalorización
Ideas de muerte o de suicidio
La depresión puede tener una tendencia familiar y suele comenzar entre los 15 y los 30 años. Es mucho más común en las mujeres. Las mujeres también pueden tener depresión posparto después de dar a luz. Algunas personas tienen un trastorno afectivo estacional en el invierno. La depresión es una parte del trastorno bipolar.
Existen tratamientos eficaces para la depresión que incluyen antidepresivos y psicoterapia. La mayoría de las personas mejora más rápidamente si utiliza ambos.
Una investigación cerebral podría ayudar a predecir la ansiedad y la depresión en los jóvenes
Investigadores estadounidenses han identificado las regiones cerebrales que podrían desempeñar un papel en el desarrollo de la ansiedad infantil.
Los hallazgos podrían conducir a nuevos métodos de detección y tratamiento tempranos para niños de alto riesgo, de acuerdo con el líder del estudio Ned. H. Kalin, director de psiquiatría de la Facultad de medicina y salud pública de la Universidad de Wisconsin en Madison.
"Los niños con temperamentos ansiosos sufren de timidez extrema, preocupaciones persistentes y mayor respuesta corporal al estrés. Se sabe desde hace tiempo que estos niños están en mayor riesgo de desarrollar ansiedad, depresión y trastornos asociados al abuso de sustancias", dijo Kalin en un comunicado de prensa de la universidad.
Él y sus colegas escanearon los cerebros de 238 monos rhesus jóvenes y encontraron que una mayor actividad en las regiones del cerebro conocidas como la amígdala y el hipocampo anterior predecía un temperamento ansioso.
Una investigación anterior dirigida por Kalin encontró que los monos jóvenes ansiosos se comportaban de forma similar que los niños ansiosos.
"Creemos que los niños pequeños que tienen mayor actividad en estas regiones del cerebro son más propensos a desarrollar ansiedad y depresión en la adolescencia y la adultez, y son más propensos a tener problemas con el alcohol y las drogas en un intento de tratar su angustia", apuntó.
Los hallazgos, que aparecen en la edición del 12 de agosto de Nature, sugieren que quizá sea posible evitar que los niños desarrollen ansiedad en toda regla.
"Pienso que cuanto antes se intervenga en los niños, más propensos serán a llevar una vida feliz que no esté controlada por la ansiedad y la depresión. Creemos que podemos entrenar a los niños vulnerables a calmar sus cerebros", aseguró Kalin.
"Creemos que los niños pequeños que tienen mayor actividad en estas regiones del cerebro son más propensos a desarrollar ansiedad y depresión en la adolescencia y la adultez, y son más propensos a tener problemas con el alcohol y las drogas en un intento de tratar su angustia", apuntó.
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